Deprecated: Array and string offset access syntax with curly braces is deprecated in /mnt/web207/a0/47/57325447/htdocs/basterrechea/wp-content/plugins/Ultimate_VC_Addons/admin/bsf-core/auto-update/admin-functions.php on line 11 ¿Qué alternativas ofrecemos a los fumadores que no pueden o no quieren dejar de fumar?

¿Qué alternativas ofrecemos a los fumadores que no pueden o no quieren dejar de fumar?

Las alternativas de bajo riesgo para reducir los daños del tabaquismo, a través del uso vapeadores, tabaco calentado o Snus, son eficaces cuando se utilizan en las personas a las que están dirigidas, que son únicamente aquellos fumadores que no quieren o que no consiguen dejar de fumar.

En ningún caso deben ser alternativas para los no fumadores y mucho menos para jóvenes o niños, en los que usar estos dispositivos es un grave error. Como el cometido hace unos días cuando regalaron a una niña, en su primera comunión, un cigarrillo electrónico. Noticia que suele ser utilizada, por algunos, de forma confusa, ya que a un hecho puntual se le da un valor desmedido y se aprovecha para transmitir medias verdades o incluso conclusiones erróneas y no realidades científicas, como cuando se señala a los “vapers” como causa de la neumonía denominada EVALI. Enfermedad que se produjo en Estados Unidos y estuvo asociada al vapeo de líquidos de cannabis con vitamina E (absolutamente prohibidos en Europa y comercializados en el mercado negro) y que nunca fue causada por el uso de vapeadores con o sin nicotina.

Es cierto que la nicotina tiene un alto poder adictivo, pero no es la responsable de los más de 8 millones de muertes que se producen todos los años en el mundo derivadas del consumo de tabaco. Lo que mata son las más de 7.000 de sustancias tóxicas y cancerígenas que contiene el humo del tabaco inhalado por los fumadores, humo que causa también la muerte, cada año, de casi 1 millón de personas no fumadoras cuando lo respiran pasivamente en espacios cerrados.

Aunque los dispositivos de vapeo no son completamente inocuos, ya que contienen algunas sustancias perjudiciales para la salud y faltan estudios para conocer completamente los posibles riesgos de su uso a largo plazo, sí se sabe, con absoluta certeza, que el aerosol liberado por estos dispositivos tiene entre un 95 y un 99% menos de sustancias tóxicas que el humo de los cigarrillos convencionales. Por lo tanto, y a la luz de los cientos de estudios científicos realizados en estos últimos 10 años, son mucho menos tóxicos y pueden ser apropiados para la protección de la salud pública, y aquellos que los usan en sustitución del tabaco disminuyen los riesgos para su salud de forma significativa, si bien, haber fumado durante años es causa de riesgos acumulados que tardan en desaparecer totalmente y que pueden ocasionar enfermedades, aunque se utilicen estos dispositivos.

Por otra parte, en España, según la encuesta realizada por el Plan Nacional sobre Drogas, en los últimos 15 años ha aumentado el consumo de tabaco diario en personas de 15 a 64 años, desde un 29,6% en 2007 a un 33,1% en 2020, lo que sugiere un fracaso en las políticas preventivas y asistenciales. Así mismo, los tratamientos para el tabaquismo con Zyntabac y Champix han sido retirados, quedando únicamente la terapia sustitutiva con nicotina y el Todacitan, utilizados con un único objetivo: la abstinencia, la cual tienen unas altas tasas de fracaso e ineficacia, lo que conlleva a la desmotivación y a que cerca del 50% de los fumadores no puedan dejar de consumir, o simplemente no quieran. Es para estos fumadores a los que están dirigidas estas alternativas, no indicadas para los no fumadores, ni evidentemente para el uso de jóvenes o niños. Aunque no se puede evitar que muchos de estos utilicen estos dispositivos, al igual que no se ha podido evitar que, en el último año según la encuesta ESTUDES, hayan consumido bebidas alcohólicas un 70,5% de los escolares de 14 a 18 años, tabaco un 30,7% de ellos y cannabis un 22,2%.

En Suecia han conseguido disminuir las tasas de tabaquismo por debajo del 5% (primer país de Europa en alcanzar esta meta), allí se utiliza desde hace más de 40 años el Snus, que es tabaco oral en bolsitas que se colocan debajo del labio y proporciona nicotina, habiendo disminuido paralelamente en este país la incidencia del cáncer de pulmón y de enfermedades cardiovasculares y pulmonares derivadas del humo del tabaco. ¡Esta alternativa no está autorizada para su venta en la Unión Europea!

Por todo esto considero que en vez de poner el acento en noticias puntuales y en una lucha casi fóbica contra los cigarrillos electrónicos y los productos de calentamiento de tabaco (considerados como alternativas menos nocivas para la salud  por investigadores internacionales tan prestigiosos como Karl Fagerström o Brad Rodu, o por el Royal College of Physicians y el Departamento de Salud de Inglaterra, la American Cancer Society, las Academias Nacionales de Ciencias y la FDA de EE. UU., así como por otras múltiples sociedades médicas, avaladas por las revisiones científicas realizadas por comités independientes, sobre la base de cientos de estudios de investigación), sería preferible modificar y aumentar las políticas educativas y preventivas, así como realizar un aumento considerable de la oferta asistencial, con tratamientos financiados por el sistema público de salud, incorporando también las terapias de disminución de daños para aquellas personas que no pueden o no quieren dejar de fumar, al igual que ya están realizando los países más avanzados del mundo, como Gran Bretaña, Japón, Nueva Zelanda, Canadá, USA, etc., en los que, desde la incorporación de estos productos, se ha producido un descenso del número de fumadores y de las enfermedades derivadas del consumo del humo del tabaco convencional.

No olvidemos que el enemigo real es sin lugar a dudas el tabaquismo, luchar contra él es necesario y todos los sectores sanitarios y políticos deben implicarse en conseguirlo, utilizando todas las medidas disponibles.

Dr. García Basterrechea
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia
Especialista en Medicina Interna por la Universidad de Murcia

Adicciones, Tabaco, Tabaquismo, vapeadores, vapeo

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