Deprecated: Array and string offset access syntax with curly braces is deprecated in /mnt/web207/a0/47/57325447/htdocs/basterrechea/wp-content/plugins/Ultimate_VC_Addons/admin/bsf-core/auto-update/admin-functions.php on line 11 Adicción: ¿Por qué unas personas son adictas y otras no? | Parte 2

Adicción: ¿Por qué unas personas son adictas y otras no? | Parte 2

Además de los factores familiares, sociales, culturales y ambientales referidos en artículo anterior, en el desarrollo de una adicción son determinantes también los:

Factores asociados a la acción de una sustancia en el cerebro

Previo a la propia acción de la droga sobre el sistema nervioso central, son importantes una serie de factores ligados al hecho en sí del consumo:

  • La dosis y frecuencia: A mayor dosis y mayor frecuencia más riesgo.
  • El entorno donde se produce el consumo: No es lo mismo hacerlo en un ambiente en el que la persona se siente marginal que hacerlo en un grupo donde se siente integrado)
  • La vía de administración: Intravenosa y fumada mucho más adictivas al permitir que la droga llegue al cerebro en pocos segundos y con un efecto más intenso.

Así mismo, aquellas drogas que producen unas sensaciones intensas y breves aumentan la compulsividad y la frecuencia de consumo. Pero probablemente sea la edad de inicio del consumo, en etapas precoces de la vida, lo que conduce a un mayor riesgo de adicción, puesto que cuanto más joven se empieza más intensa y peligrosa es la acción de la droga, la cual actúa sobre un cerebro en desarrollo que aún no ha completado su maduración.

En estos casos el consumo podría lesionar diversos circuitos cerebrales, incluso hasta los 24-25 años, en particular el córtex frontal, alterando en consecuencia el control del comportamiento, los mecanismos de gestión de las emociones, la capacidad de análisis y resolución de problemas, así como la planificación del futuro, por ello con el riesgo de tomar decisiones erróneas y el peligro de terminar siendo adicto o presentar complicaciones y repercusiones que en ocasiones condicionan gravemente el porvenir.

¿Qué cambios se producen en el cerebro cuando se toma una droga?

Sabemos que todas las drogas actúan sobre diversas zonas y áreas del cerebro, dando lugar a acciones que varían según la función del área afectada, siendo los cambios neuroquímicos en la vía dopaminérgica, que modula el circuito de recompensa cerebral ante los estímulos placenteros o gratificantes, los que explican los fenómenos implicados en la adición, mediante el desarrollo de procesos de refuerzo, sensibilización, neuroadaptación y tolerancia.

Este sistema dopaminérgico es también el que controla las funciones y conductas esenciales para la supervivencia de los seres vivos superiores -ingesta de agua, comida y reproducción- y se activa cuando es estimulado por acciones que generan placer, entre ellas también por el consumo de drogas, produciéndose en todos los casos una liberación del neurotransmisor dopamina. Pero mientras las conductas de supervivencia producen saciedad una vez satisfecha la necesidad, disminuyendo la liberación de dopamina, el consumo de drogas produce una hiperactividad del sistema, un aumento de la dopamina liberada y de otros neurotransmisores del circuito de recompensa (endorfinas y GABA), que se asocian con sensación de placer, bienestar, disminución de la ansiedad, relajación, etc., produciendo de esta manera un efecto reforzante de la conducta de consumo.

Cuando los consumos son repetidos, ante el exceso de dopamina, se produce una neuroadaptación molecular en las neuronas del sistema, con el fin de recuperar la actividad normal previa al consumo de la sustancia, disminuyendo la respuesta y la liberación de este neurotransmisor y siendo necesarias dosis mayores y más frecuentes de droga para conseguir los niveles de dopamina necesarios para producir los mismos efectos de las dosis iniciales. A este fenómeno se le denomina tolerancia.

En este proceso de neuroadaptación se producen también alteraciones de otros circuitos neuronales, las cuales junto a las del sistema dopaminérgico son responsables de que se produzca una asociación entre las situaciones en las que produjeron los consumos y las sensaciones emocionales causadas. Asociación que a su vez conduce a modificaciones del comportamiento y a conductas repetitivas de búsqueda y consumo de la droga, con la intención de volver a experimentar las sensaciones placenteras de las primeras dosis.

De esta manera se establecen reflejos condicionados, que favorecen la aparición de deseos. Deseos que llegan a ser intensos e incontrolados y llevan al abandono de las actividades prioritarias de la vida, con tal de volver a consumir una vez más. Así mismo, la exposición a estímulos o el recuerdo del placer pueden dar lugar a un deseo intenso, ansia o “craving” en inglés, que con frecuencia es incontrolable y desencadena un nuevo consumo, incluso muchos años después.

En ocasiones, cuando la adicción está establecida, el consumo puede producirse no por la búsqueda del placer o recompensa positiva, sino porque cuando no se consume, la falta de droga o de la conducta adictiva comportamental da lugar a la aparición de un síndrome de abstinencia, físico o psíquico (según la droga consumida), con ansiedad, irritabilidad y malestar, etc., que conduce a la persona adicta a buscar nuevos consumos como medio de aliviar su malestar. Esto sería lo que se denomina recompensa negativa, semejante a tomar un medicamento para mejorar el “disconfort” causado por los referidos síntomas.

Este tipo de recompensa negativa se produce en otras ocasiones cuando la persona adicta tiene situaciones de estrés, ansiedad o dolor emocional derivados de acontecimientos de la vida diaria y utiliza su adicción como medio de disminuir, aliviar, “anestesiar” o evitar el malestar producido por estas situaciones.

En las adicciones comportamentales (juego, compras, internet, etc.) no está claro si están implicados los mismos circuitos de las adicciones a sustancias, aunque sí existen claros paralelismos en la impulsividad y en los episodios de “craving”, también en las alteraciones de las regiones frontales y límbicas del circuito de recompensa y en el aumento de dopamina al reproducir las conductas placenteras.

Dr. García Basterrechea
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia
Especialista en Medicina Interna por la Universidad de Murcia

Adicciones, Drogadicciones, Sustancias

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