Aunque ningún fármaco de los existentes es una garantía de éxito en el tratamiento de una adicción, hay medicamentos que son útiles, algunos muy útiles, en el tratamiento de las dependencias, así la Metadona, la Buprenorfina y la Naltrexona en personas adictas a opioides. La terapia sustitutiva con nicotina, la Vareniclina o el Bupropión en los adictos al tabaco. El Disulfiram, Cianamida cálcica, el Acamprosato, Naltrexona y Nalmefeno usados para tratar la dependencia a bebidas alcohólicas.
Así mismo existen múltiples fármacos que además de ser eficaces en diferentes enfermedades mentales: depresión, ansiedad, insomnio etc. También pueden ser muy útiles en el tratamiento de los pacientes adictos, que por otra parte presentan en un elevado porcentaje patologías concomitantes, la llamada ahora patología dual (coexistencia en un mismo paciente de una adicción y otra enfermedad mental o trastorno de personalidad).
Con frecuencia un fármaco utilizado por un paciente con una eficacia alta, o sin ella, puede en otras circunstancias tener una eficacia diferente y estar indicado o no en otra situación parecida pero distinta, por ello la selección de un fármaco u otro debe ser una decisión que debe ser tomada por el paciente una vez informado detenidamente de sus efectos, interacciones y riesgos por un especialista cualificado.