No hay un solo tratamiento que sea apropiado para todas las personas. Hay que adecuarlo a los problemas y las necesidades específicas de cada individuo. No obstante el tratamiento de desintoxicación suele tener una duración que varía, según la sustancia, entre 7 y 20 días.
La deshabituación es un proceso que por término medio dura de 1 a 3 años, pero al ser esta fase el tratamiento de deshabituación personalizada su duración es variable, en función de las características y capacidades individuales. Aunque pueden ser precisos varios ciclos de tratamiento en los casos donde sea preciso un proceso a largo plazo, en los casos de personas firmemente decididas e implicadas en la terapia se pueden realizar tratamientos intensivos de 3 meses con unos elevados índices de eficacia en el abandono del consumo.