Este tipo de terapias son defendidas de forma diferente según quien las realice y lo que a cada paciente o terapeuta le guste más y le sea o parezca más eficaz. Ambas pueden ser útiles en los pacientes adictos, con ventajas e inconvenientes tanto una como la otra. Así, las terapias de grupo permiten compartir las experiencias propias con otras personas que tienen un problema semejante y de esta manera se puede beneficiar de las experiencias del otro, pudiendo además interactuar y experimentar con situaciones hipotéticas futuras. Además para muchos pacientes es muy importante ser miembros de un grupo y en ellos se sienten comprendidos y aceptados.
La mayor dificultad radica que estos grupos habitualmente son muy heterogéneos y en ellos se encuentran pacientes en estadios de afrontamiento de su problema muy diferentes, lo que dificulta mucho la evolución de los que se hayan en una fase más avanzada y que ya están firmemente decididos a abandonar el consumo, pues los pacientes menos decididos pueden realizar comentarios poco constructivos o incluso consumos durante la terapia y conversaciones que giran en torno a las drogas y su consumo, que nada ayudan a los que ya no quieren consumir e incluso favorecer en ellos una recaída. Además, en el grupo se producen relaciones interpersonales, que frecuentemente complican el tratamiento y entorpecen un cambio real de los estilos de vida del consumidor.
La terapia individual tiene la ventaja de la privacidad, donde nadie conoce los aspectos más íntimos de la persona y junto a ello se tiene la capacidad de planificar un plan totalmente personalizado en el cual se abordan los problemas del día a día y se avanza a la velocidad que el paciente necesita, sin las interferencias de otros, focalizando todo en uno mismo y en su realidad familiar, social y laboral. En mi experiencia la mayor dificultad es su coste y que cuando el paciente está escasamente motivado para avanzar, el tratamiento se interrumpe y no mantiene la constancia necesaria para que la terapia sea útil rápidamente, si bien esto ocurre en todos estos casos, independientemente de que tipo de tratamiento se esté utilizando y generalmente son etapas que bien manejadas posteriormente favorecen el cambio.