Cuando el paciente no reconoce que tiene un problema derivado del consumo de drogas o cuando aceptándolo no desea acudir a ningún centro o especialista en el tratamiento de las adicciones, hay varias posibilidades:
- Plantearle pormenorizadamente las realidades importantes que presenta en relación con el consumo e intentar persuadirle para que realice una visita de valoración, aunque sea solo una, y después decida.
- Exigirle, cuando sea posible, a acudir a consulta, aunque con frecuencia se ha dicho que los tratamientos no son eficaces si el paciente no los acepta, se ha demostrado que en algunos casos tras un inicio forzoso posteriormente el tratamiento puede ser eficaz, como está reconocido en el punto 11 de Principios de Tratamientos Eficaces para la Drogadicción del National Institute on Drug Abuse de EEUU, que dice: “El tratamiento no tiene que ser voluntario para ser eficaz”. En estos casos las sanciones o los premios (familiares laborales o judiciales) pueden incrementar significativamente el número de pacientes que inician el programa de tratamiento, así como el índice de permanencia en él y también el éxito final.